Angelina
Napolitano fue uno de los casos famosos que tuvo el pueblo de Sault
Ste. Marie, Ontario, a principios del siglo 20. Angelina asesinó a su marido de varios hachazos en la cabeza,
después de recibir castigos, amenazas de muerte e insultos por parte de él. La
prensa internacional se hizo eco del caso y cientos de reclamos llegaron desde
todos los rincones del mundo pidiendo por un cambio de la sentencia de muerte.
A continuación unas líneas ficcionadas sobre lo que debe haber sentido un
segundo antes del crimen.
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Angelina Napolitano, papers from the time |
Ficción
Angelina subió las escaleras lentamente, agarrándose
la panza que ya empezaba a mostrar los signos del embarazo. No supo porque
recordó al “nono”, que la subía al burro de la pequeña granja en Nápoles cuando
era niña. Llegó a la puerta del cuarto donde dormía su marido. En la mano
izquierda llevaba el hacha que usaba para desmembrar los cerdos en Navidad.
Apoyó el oído tratando de descubrir si estaba dormido. Nada. Abrió la puerta
lentamente con el corazón saltando de su pecho. Dio un paso y se paró bajo el
marco. El hombre dormía, respirando pesadamente, sin saber lo que vendría. Se
había acostado de espalda con la cabeza mirando hacia su derecha.
Se acercó
lentamente. El hacha pesaba una tonelada. La mano izquierda empezó a temblar involuntariamente.
Levantó el arma y la dejó caer con fuerza sobre la cabeza, varias veces, con
odio, con desesperación. Hasta manchar su delantal con la sangre del cerdo,
hasta ver correr la sangre por el piso, hasta terminar con la prepotencia, la
violencia, las ofensas.
Soy un ser humano con sentimientos. Tengo dignidad, pensó,
como hablándole a la bestia, tirada allí, ya sin vida…
Realidad
Angelina
Napolitano (1882-1932) inmigrante italiana. Angelina
asesinó a su abusivo esposo en 1911, lo que provocó un debate público sobre la
violencia doméstica y la pena de muerte. Fue la primera mujer en Canadá en usar la defensa de la mujer
maltratada (Battered Woman Defense) por un cargo de asesinato.
Napolitano
fue declarada culpable y, aunque el jurado recomendó clemencia, fue sentenciada
a muerte. Sin embargo, después de una protesta internacional, el gabinete
federal canadiense finalmente conmutó su condena por cadena perpetua. Estuvo 11 años en prisión antes de ser
liberada bajo palabra.
En 2005 la historia del matrimonio y el dramático
juicio de Napolitano se convirtió en
una película independiente galardonada, Looking
for Angelina.
Angelina
nació en Italia alrededor de 1883,
probablemente en una pequeña ciudad no muy lejos de Nápoles. Su apellido no es
conocido. Se casó con Pietro Napolitano,
alrededor de 1898, y la pareja emigró a Estados
Unidos poco después del cambio de siglo. Vivieron en la ciudad de Nueva York durante siete años y se
mudaron a Canadá en 1909, primero a
Thessalon, Ontario, luego a Sault Ste.
Marie, donde había una considerable comunidad de inmigrantes italianos. La
pareja tuvo cuatro hijos.
Pietro
golpeaba y amenazaba a su esposa. En noviembre de 1910 la atacó con una navaja
de bolsillo, hiriéndola nueve veces en la cara, el cuello, el hombro, el pecho
y los brazos y dejándole cicatrices. Fue acusado de asalto, pero no recibió
sentencia.
A medida que el invierno de 1910-1911 continuó, Pietro, que trabajaba como obrero,
comenzó a presionar a Angelina para
que ganara dinero mediante la prostitución. El 16 de abril de 1911, el domingo
de Pascua, cuando Angelina estaba
embarazada de seis meses, Pietro le
dijo que saliera y ganara dinero a través del sexo o que la golpearía, la
mataría o mataría a su bebé por nacer. Iba a dormir y ella tenía hasta que
despertara para obtener algo de dinero.
Esa tarde, mientras Pietro dormía Angelina tomó un
hacha y lo golpeó cuatro veces en el cuello y la cabeza, matándolo.
El
juicio
En el juicio, a favor de Angelina declaró solamente la acusada que no hablaba bien inglés.
No tuvo abogado por lo que cuando se iniciaba el
juicio se lo suspendió, por un día, para que el abogado preparara el caso.
El juicio duró solo tres horas.
Angelina fue sentenciada a la horca, un mes después
de tener familia.
Reacciones
Aunque parte de la cobertura periodística fue
negativa, la mayor parte giró en torno a los que simpatizaban con lo que ella
había sufrido y pregonaban para que su sentencia se conmutara.
El ministro de justicia federal recibió muchas
cartas de individuos así como peticiones organizadas por grupos en Sault Ste Marie, Toronto, Nueva York, Chicago, Inglaterra, Austria y Polonia. .
Un doctor en Ohio
incluso ofreció ser ahorcado en lugar de Angelina.
Las feministas argumentaron que las palizas de Pietro significaron que el asesinato fue
en defensa propia, y que el juez estaba siendo sexista cuando no tomó en cuenta
la evidencia de abuso. El diario sufragista británico "Common Cause"
criticó no solo la ley que había condenado a Angelina, sino también el sistema de justicia.
Otros argumentos presentados incluían que Angelina no debía ser culpable porque su
embarazo la dejó temporalmente loca, la idea de que Angelina debía ser alabada por quitarle la vida a un hombre
inmoral, y el argumento de que el miedo de Angelina
a su muerte inminente afectaría negativamente a su bebé por nacer, por lo
tanto, debía ser perdonada.
El gabinete federal eventualmente conmutó la
sentencia de Angelina por cadena
perpetua el 14 de julio de 1911.
La vida posterior de Angelina no es muy conocida. Dio a luz, pero el bebé murió en pocas
semanas. Sus hijos mayores fueron colocados en hogares. Se le otorgó la
libertad condicional el 30 de diciembre de 1922, después de cumplir 11 años en
la penitenciaría de Kingston. Angelina
murió el 4 de septiembre de 1932 en el hospital Hotel Dieu, en el condado de Frontenac, Ontario.
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Fuentes
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