Editorial corto
Te damos nuestra opinión respecto del feminismo y te mostramos un video sobre
la lucha de las mujeres por sus derechos:
“Los hombres se marcharon a la guerra y las mujeres cambiaron sus polleras por
los overoles y se hicieron cargo aún de los trabajos más rudos” “La
moda de las mujeres reflejaba su nueva independencia” “La
batalla de las sufragistas escandalizó a dos continentes” Unas palabras sobre Lillian Russell
Menos mal que estamos en el siglo veintiuno y la
mujer puede hacer, o ser, lo que quiera sin que nadie se escandalice, ¿o no?
Porque me parecería raro que en plena época de feminismo extendido, y gritado,
la gente frunza el ceño ante una peleadora
del UFC o una minera hablando sobre sus derechos. Igual las
mujeres siempre han hecho y deshecho a gusto y paladar y pelearon por seguir
sus instintos contra viento y marea. Hemos tenido, la humanidad, escritoras que
firmaban con nombre masculino, bandidas que cruzaron los siete mares, rebeldes
que se hicieron así mismas, y no han podido con ellas. No, señor. Y es que uno
debería estar limitado por las inclinaciones, hobbies y preferencias de cada
uno, mujer u hombre, y no por las reglas y regulaciones de unos cuantos pacatos
que se preocupan por el que dirán. En mis 55 años he visto de todo, o casi
todo, a lo largo de mi vida, por lo que dos chicas que caminen de la mano por
la plaza 9 de Julio no deberían provocar nada. Algunos testimonios que vimos en
Fuera de lo Común atestiguan de
mujeres valientes que no se conformaron con ser maestras de escuela.
¡Valientes!
“… Amanda
Nunes como campeona de la categoría pluma tras vencer a Cris Cyborg, quien llevaba 13 años sin
perder.”
Que hay que pelearla hay que pelearla. Nada viene
gratis y sin consecuencias. Tal vez tuvieron que abandonar a sus familias pero
así es la vida. Te demanda que des un ciento por ciento y que te comprometas a
fondo. Nada te viene de arriba, regalado. Todo es “sangre, sudor y lágrimas”
“Ella perdió por completo su brazo derecho…” Las
soldados en Iraq
De mi adolescencia recuerdo haber leído sobre
Xaviera Hollander, prostituta y escritora, que plasmó sus experiencias sexuales
en un libro, o varios, queriendo enseñar lo que había aprendido en tantas y
tantas noches de aventuras sexuales.
“… luchó con éxito contra las reglas que prohibían
que las mujeres tuvieran su nombre en la lista de propietarios de un barco…” Marineras
de Luces
Y es que va siendo hora que abramos nuestras mentes
y despejemos nuestras cabezas. Nos preguntemos seriamente si queremos que
nuestros hijos y nietos sean felices dejándolos hacer. Ser ellos, como ellos
quieran. Estamos en 2019, por Dios, y no me gustaría que ningún salteño tenga
que irse de aquí para desarrollar lo que quiera ser, sea lo que sea,
travestismo o medicina. Me gustaría más que encontrara apoyo, respaldo, aquí
mismo, en mi provincia, sin tener que confesarse o pedir perdón en la plaza
pública con una letra en el pecho señalando su pecado.
“… prevalecieron tan temprano como principios del
siglo 19 como mineras independientes… Mujeres en las minas
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| Lillian Russell |
Feminists
before feminism
Cuando un nuevo siglo nacía el lugar de la mujer era
en casa. Pocos deportes y trabajos fueron considerados femeninos como para
llamar su atención. La chica que camina en 1903en un desfile se supone que es
una compañía no una competencia del hombre.
Las modas del nuevo siglo eran atrevidas, comparadas
con las de los siglos anteriores. Estas no son gánsters con ametralladoras sino
cazadoras en asombrosas modas de París, que probablemente espante toda la caza.
Para mujeres motoristas existe la pollera pantalón. Observen en un breve pantallazo
sus torneados tobillos.
Durante 1910 las mujeres tuvieron su primera
representante. Su nombre fue Jeannette Frannie.
La señora Theodore Roosevelt, ex presidente y líder
de las Girl Scouts, posó para su única aparición en los noticiosos.
Con Europa en guerra Sarah Bernhardt hizo un tour
por EEUU. Pidiendo ayuda para Francia. La divina Sarah mostró el fuego que la
hizo la estrella de su época.
Pronto EEUU entró en el conflicto y la chica
americana fue transformada, de Alice Sit by the Fire a Miss Casey Jones.
Los hombres se marcharon a la guerra y
las mujeres cambiaron sus polleras por los overoles y se hicieron cargo aún de
los trabajos más rudos. Tenemos a Lady Lumberjacks y Lady Steeplejacks y Lady
Signpainters. La nación nunca será la misma de nuevo, y tampoco
sus mujeres.
Vistiendo sus uniformes ellas entran en la pelea por
la democracia. New York las aplaude cuando 25.000 miembros de la Cruz Roja
desfilan en la 5th Avenue. El general Pershing presentó medallas de distinción
para estas enfermeras por su heroísmo en el campo de batalla y hasta tomó sus
fotos.
La moda de las mujeres reflejaba su nueva
independencia. Los brazos desnudos, las rodillas desnudas. Los trajes de baños
aparecieron en las playas, bueno en casi todas. El glamour de las chicas de la
década de 1910 capturó el corazón de los jóvenes con creaciones atrevidas.
Las pieles eran pieles. Aquí un ejemplo de las
rusas. Esta es una chinchilla. Cuesta $6.500 dólares y tiene un precio
sensacional.
La batalla de las sufragistas escandalizó en dos
continentes. En Londres los policías escoltaron a la fabulosa señora Pankhurst
a la cárcel donde siguió protestando por el derecho al voto femenino. En EEUU
las sufragistas, llevando sombrillas, marcharon en la capital de la nación.
Lillian Russell, una leyenda viviente como la hermosura de los alegres 80´s, prestó su apoyo.
Y las mujeres lograron el voto, después de una larga
batalla contra los prejuicios. Las damas tenían el derecho a celebrar, danzando
a través de la nación por haber roto las cadenas. Una vez había sido el vals
ahora el… (Traducción propia hasta el minuto 3)
Para saber
Lillian Russell (1861 – 1922) was an American actress and singer. She became one of the
most famous actresses and singers of the late 19th and early 20th centuries,
known for her beauty and style, as well as for her voice and stage presence.
Russell was born in Clinton, Iowa but raised in Chicago. Her parents separated
when she was eighteen, and she moved to New York with her mother. She began to
perform professionally by 1879, singing for Tony
Pastor and playing roles in comic opera, including Gilbert and Sullivan works. Composer Edward Solomon created roles in several of his comic operas for her
in London. In 1884, they returned to New York and married in 1885, but, in 1886
Solomon was arrested for bigamy. For
many years, she was the foremost singer of operettas and musical theatre in the
United States, performing continuously through the end of the 19th century.
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