Westerbork
sirvió como campo de detención temporal para todos aquellos que luego irían a
morir a otros campos de concentración. Ana
Frank, Dora Gerson, pasaron por aquí y
fueron sacrificadas a morir, por dinero, señores. Se las denunció y encarceló
por dinero, por cuarenta y pico de dólares por cabeza. Por eso es que decimos “dame
unos dólares y moveré el mundo”. La gente fue así, y lo sigue siendo. No les
importa nada, no tienen moral, no quieren ética. Solo les interesa la plata, la
“guita”. Y no hablo solamente de los judíos de Holanda, que traicionaron a los
suyos; o de los de la columna
Henneicke. Hablo en general, de todos y cada uno de nosotros. Qué triste…
En vocabulario staging ground
“They're gone
beyond recall
A final glance,
a last kiss
And then it's
all over
Under the frame
of eternity
A final word, a
last farewell ”
(Vorbei, Dora
Gerson.)
Camp
Westerbork, establecido por el gobierno holandés en 1939, estaba
destinado a servir como campo de refugiados para los judíos que habían
ingresado ilegalmente a los Países Bajos.