Saturday, May 11, 2019

Amor e ironía


No debe haber un chino más interesante para leer que Lin Yutang, que nació en la China del siglo 19, estudió en Estados Unidos y escribió ensayos sobre la revolución comunista, Europa y el propio EEUU. En Amor e Ironía, Lin Yutang reúne sus artículos desperdigados en revistas varias y nos muestra el pensamiento a comienzos del siglo 20. Pearl S. Buck, la autora norteamericana, ya lo leía en China cuando el escritor criticaba a la sociedad china y era peligroso hacerlo abiertamente. Amor e Ironía se convierte en un documento único de vivencias personales, entre el capitalismo y el comunismo, entre el cristianismo y el confusionismo, y entre una sociedad abierta y otra cerrada. Mi edición es de 1943, con firma del dueño anterior y comentarios al margen de párrafos que le parecían interesantes. ¿Cómo llegó a mis manos? Pues porque soy el nieto de quien lo comprara y no me molesta venderlo en lo más mínimo, y tengo mis razones.

Perlitas
Lin Yutang nació en 1895 y murió en 1976. Fue escritor, traductor, linguista, filósofo e inventor.
Los escritos de Lin fueron críticos con el gobierno al punto de poner su vida en peligro.


When I was living in Nanking, China, I followed with sharp interest several new and struggling little magazines, because of my concern with what was taking place around me in a revolutionary China. There was one in English called The China Critic. I read it from cover to cover every week, since in it young Chinese intellectuals were expressing their hopes and dreams… Then there began to appear in its pages a column entitled “The Little Critic”, signed by a Lin YutangPearl S. Buck
Lin Yutang
Lin Yutang

Los ingleses y los chinos
Uno se siente a menudo tentado, en la actualidad, de reflexionar sobre el hombre blanco, porque el espectáculo de la Europa de hoy es extremadamente apto para despertar pensamientos.
No podemos dejar de preguntarnos por qué Europa se halla en tamaño enredo, puesto que, donde los sucesos humanos están enredados los seres humanos deben tener culpa. Estamos obligados a preguntarnos: “¿Cuáles son las limitaciones psicológicas del europeo que hacen tan difícil la paz en Europa?” ”¿Cuáles son las peculiaridades de la conformación mental del europeo?” Y al decir conformación mental, no quiero expresar inteligencia o pensamiento puro y simple, sino todas las reacciones psicológicas ante las cosas.
Cubierta de Amor e Ironia, actualmente
Cubierta de Amor e Ironia, actualmente
Ni por un momento he de dudar de la inteligencia de la raza europea. Pero lo triste de esto es que, después de todo la inteligencia tiene muy poco que ver con el curso de los acontecimientos humanos, son dictados principalmente por nuestras pasiones animales. La historia de la humanidad no es el producto de la sabia dirección de la razón humana, sino que es modelada por las fuerzas de la emoción, nuestros sueños, nuestro orgullo, nuestra codicia, nuestros temores y nuestro deseo de venganza. Europa está dominada aún, no por la inteligencia, sino por las pasiones animales de temor y de venganza. El progreso no es, en Europa, el resultado del pensamiento del hombre blanco, sino de su falta de pensamiento. Si hubiera hoy una única Inteligencia Humana suprema a la cabeza de Europa, guiando su destino íntegro, Europa no sería lo que es. La Europa moderna no está gobernada por una única Inteligencia Humana suprema, sino por tres hombres de grandes y poderosas mandíbulas: el Signor Mussolini, Adolfo Hitler y José Stalin.
Esto no es un mero accidente. Algunos rostros son como triángulos, con la base ancha situada debajo (los dictadores y hombres de acción) y algunos, como triángulos invertidos (los hombres de mentalidad y los pensadores, Bertrand Russell, por ejemplo). Los hombres de mentalidad y los hombres de acción, pertenecen a dos tipos completamente diferentes. La nación alemana puede jurar obediencia a “Dios y a Hitler”, pero si un partido nazi inglés hubiese de jurar obediencia a “Dios y a Bertrand Russell”, Bertrand Russell se moriría de vergüenza. En tanto Europa siga siendo gobernada por unos hombres de grandes y poderosas mandíbulas, y en tanto siga queriendo ser gobernada por hombres con grandes y poderosas mandíbulas, Europa deberá continuar adelante por su actual senda de evolución y se seguirá encaminando al abismo al cual se dirige.
Cada nación sueña y actúa más o menos completamente en base a sus sueños. La historia humana es el resultado del conflicto entre nuestros ideales y las realidades, y la adecuación entre ideales y realidades determina el desarrollo peculiar de esa nación. La U.R.S.S. es el resultado de la capacidad de ensoñación rusa; la República Francesa era el resultado de la pasión francesa por las ideas abstractas; el Imperio Británico es el resultado del maravillosamente robusto sentido común de los ingleses y de su absoluta liberación del raciocinio lógico; y el régimen nazi alemán es el resultado del amor germánico por los frentes comunes y la acción de masas.
Escribo acerca del carácter inglés porque pienso que comprendo a Inglaterra mejor que a esos otros países. Percibo que el espíritu del pueblo inglés está más emparentado con el espíritu del partido chino, pues ambas naciones adoran el realismo y el sentido común. Hay muchos puntos de similitud entre los ingleses y los chinos en sus modos de pensar y aun en sus modos de hablar. Ambos pueblos sienten una profunda desconfianza por la lógica y sospechan en extremo de los argumentos demasiado perfectos. Creemos que, cuando un argumento es demasiado lógico, no puede ser verdadero. Y ambos pueblos están más dotados para hacer lo conveniente que para dar felices razones de hacerlo. Todos los ingleses gustan de un buen mentiroso, e igualmente los chinos. Nos gusta llamar de cualquier modo a las cosas, excepto por su propio nombre. Por supuesto, hay muchos puntos de desemejanza (los chinos son más emotivos, por ejemplo), y a veces, chinos e ingleses se exasperan recíprocamente; pero estoy cavando en las raíces de nuestra conformación racial.
Analicemos la energía del carácter inglés y veamos cómo la gloriosa carrera de Inglaterra, como nación, surge de él. Todos sabemos que Inglaterra posee no solo una gloriosa carrera, sino una carrera positivamente asombrosa. Inglaterra tiene siempre la habilidad de hacer lo apropiado y darle un nombre inapropiado, así como hoy, por ejemplo, llama monarquía a la democracia inglesa. Por esta razón, es muy difícil apreciar la calidad de la grandeza británica. La nación inglesa ha sido mal entendida, y hace falta un chino para entender adecuadamente el carácter racial inglés. Los ingleses han sido acusados de hipocresía, inconsecuencia, habilidad para “embarrarlo todo”, y notoria falta de lógica. Estoy haciendo la defensa de la inconsecuencia y el sentido común ingleses. La acusación de hipocresía es injustificada: surge de una falta de verdadera comprensión y apreciación del carácter inglés. Pienso que como chino, puedo entender el carácter inglés mejor de lo que los ingleses lo entienden.
Intento, principalmente dar un punto de vista para una apreciación veraz de la grandeza británica. A fin de apreciar a Inglaterra hay que observar un cierto desprecio por la lógica. Toda la incomprensión con respecto al pueblo inglés, surge de una idea falsa de la verdadera función del pensamiento. Siempre existe el peligro de que consideremos el pensamiento abstracto como la más alta función de la mente humana, digna de evaluarse muy por encima del simple sentido común. Ahora bien, la primera función de las naciones, así como de los animales, es saber cómo vivir, a menos que uno aprenda a vivir y a ajustarse a las cambiantes circunstancias, todo el pensamiento de uno es fútil, es solo un falseamiento de la función normal del cerebro humano.
Todos tenemos la errónea idea de que el cerebro humano es un órgano para pensar. Nada más lejos de la verdad. Esta concepción, sostengo, es ilógicamente incorrecta y poco sólida. Lord Balfour ha dicho sabiamente que “el cerebro humano es un órgano para buscar alimentos lo mismo que el hocico del cerdo”. Después de todo, el cerebro humano es sólo una parte ensanchada de la médula espinal, cuya primera función es sentir el peligro conservar la vida. Fuimos animales antes de ser pensadores. El llamado raciocinio lógico, es solamente un desarrollo muy retardado en el mundo animal, y aun ahora es altamente imperfecto. El hombre es solo un animal mitad pensador y mitad sensible. El tipo de pensamiento que lo ayuda a procurarse alimentos e ir adelantes en la vida, es un tipo de pensamiento más elevado, no más bajo, porque esta clase de pensamiento es siempre sólida… (Párrafos de Amor e Ironía, de Lin Yutang, 1° edición: 1941)

Fuentes
Lin Yutang, Wikipedia

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