Habla Laura Johnston Kohl
Hay gente que necesita guía y contención y muchas
personas la encontraron en este loco, Jim
Jones. Laura Johnston Kohl estuvo
en Guyana y se salvó de morir por una circunstancia. En la entrevista de abajo Laura
cuenta de la gente que encontró en el Peoples
Temple, de los ideales que tenían y de lo buena que eran. Y un aprendizaje
que se tiene que subrayar: Laura Johnston
Kohl señala que no se tiene que confiar en nadie.
Laura
Johnston Kohl se unió al Peoples Temple en 1970, viviendo y trabajando en el movimiento,
primero en California y luego en Guyana. Un accidente la
salvó de los suicidios de 1978, cuando 913 de sus amigos más queridos murieron
en Guyana.
Se casó y junto a su esposo adoptaron un bebé. En 1994
terminó sus estudios y comenzó a enseñar en una escuela pública.
En el 20 aniversario de las muertes en Jonestown Laura encontró a los sobrevivientes de la tragedia y juntos han
trabajado para resolver el rompecabezas que fue el Peoples Temple. Su perspectiva
ha evolucionado al clarificarse algunos misterios y ha tenido tiempo de
reflexionar.
A fluke saved her from the mass murders (Accident,
circumstance)
A fines de 1978 el Templo se declaró en bancarrota y sus bienes fueron a guardia. En diciembre
del mismo año, Charles Garry, abogado de la corporación, peticionó para
disolver el Templo. La petición fue
aceptada en 1979. Algunos miembros del Templo
permanecieron en Guyana hasta mayo
del 79 para arreglar los asuntos, y luego retornaron a los Estados Unidos.
Los edificios del Templo en Los Angeles, Indianapolis y Redwood Valley están intactos
y algunos son usados por las congregaciones de Iglesias.
El House
Foreign Affairs Committee tiene 5.000 páginas relacionadas al Templo que mantiene como clasificadas. Varios
reclamos de múltiples personas, en las décadas pasadas, con el propósito de
liberarlas han sido rechazados.
La primera iglesia de Jim Jones |
Utopia Lost: Laura Johnston Kohl and the People's
Temple
People's Temple member Laura
Johnston Kohl was in Georgetown, Guyana buying supplies for the Jonestown settlement when 913 members of
the temple committed suicide or were murdered at the behest of leader Jim Jones. She currently lives in San
Marcos, CA. where she works as a teacher. She remains active in political and
social causes and is Clerk of the Peace and Social Order Committee with the
Quakers in La Jolla. Her book, Jonestown
Survivor: An Insider's Look, is forthcoming.
—When I went to
Guyana I never planned to ever come back so I don´t have any question that I
would have died.
“Estábamos
tratando de hacer una comunidad utópica”
—Nunca fui religiosa. Nunca estuve interesada en
perseguir el por qué. Todo lo que sabía era que tenía cosas que hacer. Por lo
que perseguí lo que tenía que hacer. En 1970 estaba divorciada de mi marido.
Vine a California como para calmarme y preparar los próximos pasos en mi vida.
Cuando me mudé a San Francisco, en tres días fui a ver a Jim Jones en Redwood
Valley, por lo que mi vida tomó otra dirección.
Tenía su familia integrada multirracialmente.
Siempre estaba al frente en cualquier
problema que tuviera que ver con la integración racial y parar los prejuicios.
Todo lo que él defendía era importante para mí. No sabía que podía vivir ese
estilo de vida y un poco después encontré en el templo a alguien que era
exactamente lo que había estado buscando: había sido adicto a la heroína, era
un ex convicto. Era como un chico malo. Justo lo que quería y pensé “grandioso”.
Es todo lo que siempre quise. Y tenía a Jim para que vigilara todo y asegurarse
que todo estuviera bien.
Unas de las cosas que casi nunca se ve acerca de Jim
es que era totalmente un actor. Era un actor y cuando daba, en cualquier
reunión podía ser totalmente político y totalmente religioso. La gente tomaba
la parte que tenía sentido porque él seguía políticamente la parte en que
estaba.
Realmente quería que la gente tuviera lo que
necesitaban en la tierra.
Jonestown,
Guyana
—Empezamos a tener reportes de los chicos de la fuerza
de defensa y de la radio que decían que habían encontrado 300 cuerpos y
teníamos la esperanza que los otros 700 hubieran escapado y después resultó que
todos se habían matado.
Estábamos en un estado de desarrollo y queríamos
hacer un compromiso por dos años. En ese punto se lo compré. Mirando hacia
atrás es todo basura, quiero decir que no tenía intenciones de dejar a nadie
con vida.
Los que sobrevivimos hemos aprendido tanto. Una cosa
que aprendimos es a no confiar en ningún individuo. Las mejores personas que
conocimos vivían en Jonestown. No puedo imaginarme abandonándola.
Nunca creí en Dios pero es posible que después del 18
de noviembre haya creído menos.
Vivo la vida de alguien que exulta vida, en cierta
forma esa es mi religión.
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Fuentes
Reflections and Articles by
Laura Johnston Kohl, Jonestown, San Diego State University
Bueno, basta de pálidas. Aquí les recomiendo a Gabriela.
Y no solamente me hizo masajes para relajarme, sino que limpió mi cutis. Todavía
no encuentro la tarjeta pero es más o menos así: Masajes. Esteticista. Teléfono en Salta: 4719604
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