Los responsables del desastre ecológico de Alaska, con el Exxon Valdés, tienen
nombre y apellido y, por ser parte de corporaciones gigantescas y poderosas,
jamás pagarán nada ni se arrepentirán de sus decisiones. Punto. Vivirán cómodos
y felices los últimos años de sus vidas sin pensar en los daños que ocasionaron
al lugar, a la gente y a la humanidad. Aquí tenemos tiempo de mostrarte a los
responsables, al menos a aquellos de los que leímos y pudimos investigarlos.
Los otros, los que hicieron la vista gorda y miraron para otro lado,
seguramente quedarán sin castigo.
Frank
Iarossi, presidente de Exxon
Shipping; Joseph Hazelwood,
capitán del Exxon Valdés; el presidente
de British Petroleum en aquellos
años, Peter Walters. Culpables
Cuando se habla del medio ambiente, y de su protección,
nadie puede mirar para otro lado pues nos concierne a todos. Es el agua, que
viene de fuentes limitadas. Es la tierra, que cada vez es más contaminada. Es
el aire, que día a día está más pobre de respirar. ¿Y por qué nuestros hijos y
nietos no podrían tener la experiencia de pisar descalzos el suelo rocoso de un
río del valle de Salta y sentir el frío subiendo por las piernas, como lo sentimos nosotros cuando fuimos chicos y pudimos nadar en esos ríos porque en esa época no estaban contaminados? ¿Solo porque
un industrial, displicente y acaparador, decidió tirar sus desechos a las
corrientes ya tóxicas de un río Arias?