El caso contra Robert
Blake se basaba en el testimonio de drogadictos por lo que la defensa se
centró en tratar de desestimar la confiabilidad de los testigos. Barbara Walters entrevista a Robert Blake en la cárcel.
… después de casi un año en la cárcel, a Blake se le
otorgó una fianza, que se fijó en $1, 5 millones…
Estás vivo o muerto. Todo lo demás no existe para mí…
El 18 de abril de 2002, Blake fue arrestado y acusado del asesinato de Bakley. Su antiguo guardaespaldas, Earle Caldwell, también fue arrestado y acusado de conspiración en
relación con el asesinato. Un evento clave que le dio a la policía de Los Ángeles la confianza para arrestar a
Blake se produjo cuando un stuntman, Ronald "Duffy" Hambleton, acordó testificar en su contra.
Hambleton alegó que Blake intentó contratarlo para matar a Bakley. Otro stuntman retirado, Gary McLarty, también presentó una
historia similar.
Los motivos de Hambleton
para testificar fueron cuestionados por el equipo de defensa de Blake durante el juicio.
El 22 de abril de 2002, Blake fue acusado de un cargo de asesinato con circunstancias
especiales. También fue acusado de dos cargos de solicitud de asesinato y un
cargo de conspiración para cometer asesinato. Blake se declaró inocente de todos los cargos. Caldwell fue acusado de un solo cargo de conspiración para cometer
asesinato y también se declaró inocente. Tres días después, la oficina del
fiscal de distrito de Los Ángeles
anunció que no buscarían la pena de muerte contra Blake si fuera condenado.
Blake
pagó una fianza de $1 millón por Caldwell,
quien fue puesto en libertad, pero un juez negó la fianza para el propio Blake. El 13 de marzo de 2003, después
de casi un año en la cárcel, a Blake
se le otorgó una fianza, que se fijó en $1, 5 millones. Blake fue puesto bajo arresto
domiciliario durante este tiempo. El 31 de octubre, en una importante
revocación de la acusación, el juez desestimó el cargo de conspiración contra Blake y Caldwell durante una audiencia previa al juicio. El juicio contra Blake por asesinato comenzó el 20 de
diciembre de 2004. La fiscalía sostuvo que Blake
asesinó intencionalmente a Bakley
para liberarse de un matrimonio sin amor, mientras que la defensa cuestionó
toda la evidencia, alegando que Blake
era una víctima inocente de evidencia circunstancial y fabricada.
El testimonio de la acusación comenzó con varios
testigos que detallaron la noche del asesinato y el arma homicida utilizada. Bakley recibió dos disparos mientras
estaba sentada en el lado del pasajero del automóvil estacionado y la
ventanilla del pasajero se bajó, lo que indica que puede haber estado
familiarizada con su agresor. Se reveló que el arma homicida era una pistola Walther P38 semiautomática, que se
encontró en un contenedor de basura a pocos metros del automóvil estacionado
donde tuvo lugar el tiroteo.
Gary
McLarty alegó que en marzo de 2001, Blake intentó contratarlo para asesinar a su esposa. McLarty supuestamente se negó. El
testimonio de McLarty fue objeto de
un intenso interrogatorio, que examinó su historial de problemas mentales y su
dificultad para recordar detalles claves de la supuesta oferta. El 9 de
febrero, el testimonio vino de Ronald
"Duffy" Hambleton, quien también afirmó que Blake intentó
solicitarle que asesinara a su esposa. Su testimonio también fue cuestionado
durante el interrogatorio cuando se expuso su historial de condenas pasadas por
varios delitos menores, incluida la posesión de drogas y armas.
La defensa comenzó su caso con una serie de
testigos, incluidos familiares de Gary
McLarty, que contradijeron varias partes del caso de la fiscalía. El 19 de
febrero, se escuchó el testimonio sobre los efectos del uso crónico de drogas
en la mente. La falta de residuos de disparos en las manos de Blake también fue una parte clave del
caso de la defensa de que Blake no
era el tirador. Robert Blake decidió
no testificar. El jurado se retiró para deliberar el 4 de marzo.
El 16 de marzo de 2005, Blake fue declarado no culpable de asesinato y no culpable
de uno de los dos cargos de solicitud de asesinato. El otro cargo, la solicitud
de Gary McLarty, se retiró después de
que se revelara que el jurado estaba en un punto muerto 11-1 a favor de una
absolución.
Barbara Walters jailhouse interview with actor Robert
Blake (3, 06)
2003
Sandy Kenyon, reportero: Blake se mantuvo tratando de obtener una entrevista mientras estaba
en prisión, esperando el juicio.
Tom Mereseau, abogado defensor: Yo estaba en contra
de que diera una entrevista.
Sandy Kenyon: Esta era la entrevista. Todos la
querían.
Chris Connely, corresponsal de la ABC: Barbara
Walters la obtuvo, por supuesto.
¿Qué sucedió y qué tenía que decir? ¿Qué pasaría
cuando una altamente entrenada entrevistadora lo enfrentara?
Barbara Walters: ¿Cómo estás?
Robert Blake: Estoy bien.
Barbara Walters: ¿Sabes que me gustaría? Que
camináramos un poco antes de sentarnos para la entrevista. Tus manos están
bien. No estás con esposas.
Robert Blake: No.
Barbara Walters: ¿Se supone que pongas tus manos
detrás?
Robert Blake: Se supone que haga muchas cosas.
Barbara Walters: ¿Qué has estado haciendo hoy?
Tenemos tiempo para sentarnos y hablar.
Robert Blake: Solía hacer esto para vivir.
Barbara Walters: Lo sé. Me voy a sentir aquí y tú te
sientas allí. Y vamos a tener que ponerte un micrófono. Empecemos caballeros.
Robert Blake: Guau. Eres la jefa. Necesito una luz
aquí.
Barbara Walters: Un poco de maquillaje.
Robert Blake: El magenta estaría bien. Como Betty Davis me enseñó.
Barbara Walters: Robert, ya has estado en prisión
por casi un año. ¿Cómo estás?
Robert Blake: En este lugar es muy simple. No es
cómo estas. Estás vivo o muerto. Todo lo demás no existe para mí. Te despiertas
en la mañana y ganas. Si no te despiertas ganas. Todo lo demás en el medio no
importa. Tienes que dejar de cuidarme. Te ves cómo alguien que está visitando a
un enfermo en un hospital con tubos en sus brazos.
Barbara Walters: Te ves diferente. Estás más flaco.
Robert Blake: Soy un prisionero. Estoy en una caja
de cemento en una cárcel.
Barbara Walters: Cuando volviste al auto y
encontraste a tu mujer con un disparo. ¿Qué pensaste? ¿Qué viste?
Robert Blake: Dios, desearía poder responderte…
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