Ted Bundy
En una última entrevista el asesino serial Ted Bundy pretende explicar las razones
de los crímenes usando la pornografía como chivo expiatorio. “Todos los
criminales que he conocido estaban profundamente viciados con la pornografía”,
nos dice Ted Bundy,
a la vez que aclara que su hogar era profundamente cristiano, con padres que no
bebían ni fumaban. Entonces ¿dónde estaba el problema? ¿Era que miraba tanta
pornografía que decidió salir a matar? Su explicación me sonó a “no se metan
con mis viejos, que todo es culpa mía.” Capaz que no, Ted Bundy, capaz que hay que escarbar debajo de la superficie de la
perfecta familia cristiana para encontrar las razones de tantos asesinatos…
El
asesino
Ted
Bundy asaltó y mató a numerosas jóvenes y niñas durante
los ´70. Antes de su ejecución, y después de más de una década de negaciones,
confesó 30 homicidios que cometió en 7 estados entre 1974 y 1978.
Se acercaba a
sus víctimas en lugares públicos, fingiendo una discapacidad, antes de someterlas
en lugares aislados. Algunas veces volvía al lugar del crimen, arreglando y
realizando actos sexuales con los cuerpos en descomposición. Decapitó al menos
a 12 de sus víctimas y por cierto tiempo guardó las cabezas en su departamento.
En 1975 Ted Bundy fue a la cárcel por
primera vez, siendo encarcelado en Utah por secuestro agravado. Enfrentando cargos por homicidio en
Colorado se las ingenió para escapar cometiendo más asaltos, incluyendo 3
asesinatos, antes de su captura en Florida en 1978.
La
última entrevista (4.33)
15 de febrero de 1978
Se sospechaba que había cometido más de 50
asesinatos
Fue sentenciado el 31 de julio de 1979
Fue sentenciado a muerte
Después de 10 años en prisión
Ted
Bundy tiene solo un mensaje para compartir
Este es su sucio pequeño secreto:
Florida State Prison
23 de enero de 1989
Crecí en un hermoso hogar con dos dedicados y amantes padres. Uno de cinco
hermanos y hermanas. Un lugar donde el foco de mis padres era asistir a misa
regularmente. Eran padres cristianos, no bebían, no fumaban, no había apuestas,
no había violencia física, no había peleas. Básicamente era una persona normal,
no era un vago, no era un pervertido en el sentido que alguien te mira y dice
“sé que hay algo malo con este tipo”. Tenía buenos amigos, vivía una vida
normal, excepto por este sucio secreto que guardaba. Y parte del horror de mis
familiares y conocidos cuando me arrestaron es que ellos no tenían ni idea, no
sabían nada. Me miraban y veían al típico chico americano. Y sucede en etapas,
gradualmente. No me pasó de la noche a la mañana. Mi experiencia con
pornografía, en general, en un plano violento, sexual, es que uno puede hacerse
adicto, yo me hice adicto. Y como una adicción uno espera algo que es más duro,
algo más excitante. Hasta que llegas a un punto en que la pornografía no
alcanza, empiezas a preguntarte si en realidad haciéndolo realidad no te dará
más que solo leyendo o viendo. No soy un científico ni pretendo entenderlo. He
estado en prisión mucho tiempo y he visto muchos hombres que estaban motivados
para cometer violencia igual que yo y sin excepciones, cada uno de ellos estaba
involucrado profundamente en pornografía, completamente adicto. El FBI ha
investigado esto en asesinos seriales y las investigaciones muestran que lo más
común en los asesinos seriales es la pornografía. Aquellos que hemos sido
influenciados por la violencia pornográfica no somos monstruos, somos tus hijos
y tus maridos. Y crecimos en familias normales… 3.49
Horas después, el 24 de enero de 1989, Ted Bundy fue ejecutado en la silla
eléctrica.
Para
arrepentidos del porno
Ted
Bundy, Wikipedia
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